El poder de la dieta
La primera etapa de este proyecto propone una lectura interdisciplinar de la actual coyuntura nutricional, con especial énfasis en las dos Encuestas Nacionales de Nutrición y Salud (ENNyS 2007 y 2019) así como las distintas ediciones de la Encuesta Nacional de Riesgos que tienen mayor periodicidad. A partir del desarrollo de conceptos teóricos propios para el caso de estudio a nivel nacional, la propuesta pretende tomar como objeto de investigación un emblema de la ingeniería de alimentos de la UNQ: la Super Sopa. Es el alimento estrella del Programa homónimo y se propone analizar su impacto en una coyuntura de grandes desigualdades en el acceso a los nutrientes básicos. Su puesta en valor permite ampliar los potenciales consumidores y promover un salto cualitativo de sus componentes a través de la trazabilidad de toda la cadena productiva: desde el productor al consumidor. También es una primera
aproximación de trabajo entre docentes investigadores del Departamento de Ciencias Sociales y docentes con perfil profesional en Ingeniería en Alimentos de la UNQ -que procura, además, formar estudiantes avanzados y graduados- en un área que es central para el vínculo con la comunidad. El punto de partida analítico es el neoliberalismo de finales del siglo XX que rompe en la Argentina con el patrón alimentario unificado (Aguirre, 2004), donde casi todos los actores sociales tenían un vínculo similar con los alimentos porque lograban, en líneas generales, cumplir -sin descartar excepciones- con sus necesidades nutricionales básicas. Aún en un contexto de creciente desigualdad nuestro país lograba sostener este patrón, que recién se escindirá con los nuevos usos del territorio propuestos por el agronegocio a fines de los años 90.
Se trata de un proceso que también se replica en varias partes del mundo, cuando el siglo XXI inaugura una tendencia única en la historia de la humanidad moderna: que los hijos tienen una dieta más pobre que sus padres. Tal como expresa la calidad de los nutrientes a los que se tiene acceso al incrementarse el consumo de los alimentos ultraprocesados, con alto marketing pero baja calidad alimentaria. Los alimentos frescos, que hasta la década de 1990 eran comunes en todos los hogares, son reemplazados por otros con altos contenidos de grasas monoinstauradas, harinas y azúcares refinados. Esta degradación nutricional de la comida (Winson, 2013) caracteriza a los países con cadenas agroalimentarias en transición.
Tal como sucede con Argentina, aunque su punto de partida es mucho más favorable, ejemplificado por la actual posibilidad de producir calorías para sostener a 400 millones de seres humanos (Zapata, 2016). Sin embargo, conviven en el país la desnutrición con la malnutrición, con un 63% de la población con exceso de peso (Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, 2019). En la producción y distribución de alimentos hay que tener en cuenta la mediación de los vínculos de poder imperantes porque permiten explicar la forma que adquiere nuestra relación con los alimentos. Con el biopoder foucaultiano (Foucault, 2007) como punto de partida el objetivo es explicar las lógicas productivas que sostienen la interdependencia entre los usos del territorio y la malnutrición. Se propone un abordaje desde la Teoría Sociológica que brinde proposiciones concretas a la degradación nutricional de la
comida a partir de un equipo interdisciplinar del que participan cuatro ingenieros en alimentos, una licenciada en historia en etapa de tesis doctoral referidas a las lógicas empresariales del agronegocio y dos sociólogos, conformando un equipo híbrido que es ad hoc para este complejo objeto de estudio.